martes, 11 de noviembre de 2014

PELÍCULAS Y CRISTIANOS DE FANTASÍA


Hace poco fui a ver el estreno de la película cristiana, “El Remanente”, de la cual muchos cristianos a comparación de la cinta “Dios no está muerto”, que se exhibió hace algunos meses atrás , no hicieron algún comentario en sus redes sociales, ¿por qué? ¿Por qué con una película alardearon tanto y con la de “El Remanente” prácticamente la ignoraron?

La película “Dios no está muerto” fue todo un suceso en las redes, el hasthtag o etiqueta con el mismo nombre de la película era el pan de cada día en la web.

Muchos cristianos la recomendaban a través de sus redes sociales con una euforia que no había visto antes en alguna “película cristiana”, algunos tuiteaban y publicaban fotos escribiendo en sus estados de Facebook frases como: “Listos ya en el cine para ver Dios no está muerto” y hasta daban santo y seña de la dirección del cine.

Creo entender un poco la razón, porque aunque las dos películas son cristianas me parece que hay un mundo de diferencia entre una y otra.

En “Dios no está muerto” nos presenta la historia de un estudiante de recién ingreso a la universidad, que puede no solo contender sino derrotar a su profesor universitario en un debate, ¡por favor!, algo que obviamente solo sucede en las películas, pero no en la vida real.

Si la película tenía como propósito compartir de Cristo a otros de manera convincente, francamente no lo logró, tal parece que lo que los cristianos lo que quieren ver en la pantalla grande son sus “fantasías cristianas”.

¿No era más lógico y real que la película tratara sobre la lucha interna de un cristiano que conoce ateos más inteligentes y más éticos que él mismo? ¿Por qué el joven estudiante es el héroe y el profesor es el villano? ¿Por el simple hecho de que uno es cristiano y el otro no?

Blaise Pascal, matemático, físico, filósofo cristiano y escritor francés, en sus “Pensamientos” dice: “Las personas llegan casi invariablemente a sus creencias no sobre la base de la prueba, sino sobre la base de lo que encuentran atractivo”.

Hay mucha “fantasía” en la mayoría de las películas cristianas, un placer que muchos cristianos encuentran sumamente atractivo, y luego nos preguntamos por qué la sociedad cree que hacerse cristiano significa cometer suicidio intelectual.

Pero en la película “El Remanente” sucedió algo muy diferente, para empezar se evidenció la ignorancia bíblica de bastantes cristianos, muchos no pudieron separar la ficción de la verdad bíblica en la película.

Donald Carson dice: “El aumento del analfabetismo bíblico dentro de las iglesias es el síntoma más inquietante y amenazador entre nosotros".

Lo que me gustó de la película es que deja a un lado las “fantasías cristianas”, y los finales de cuento en las que todo se revuelve sencillamente “aceptando a Cristo” en tu corazón.

“El Remanente” habla de forma clara sobre la realidad de qué la manera como vivimos puede definir donde pasaremos la eternidad y es que el cristianismo bíblico es mucho más qué simplemente tomar una decisión por Jesús, para que podamos vivir una vida feliz.

La película presenta las consecuencias trágicas del cristianismo entretenido que es muy atractivo a muchos; un cristianismo sin compromiso, algo más parecido a un ateísmo cristiano, donde la gente cree en Dios pero vive como si no existiera, en donde el ídolo secreto es la comodidad y el bienestar físico.

Blaise Pascal en sus “Pensamientos” dice: “Queremos conducir una vida imaginaria en los ojos de otros, y entonces tratamos constantemente de causar impresiones”.

Tratamos de actuar imitando aquello que se espera que seamos, pero siempre resulta peligroso cuando nuestros dones o carisma nos colocan en una posición que nuestro carácter no puede sostener.

Con razón la película “El Remanente” pasó sin pena ni gloria en las redes sociales y “Dios no está muerto” fue del excesivo agrado de muchos cristianos, hay una desmedida fascinación por la “fantasía cristiana”.

Me llama mucho la atención lo que los cristianos postean en sus redes sociales; desde los versículos bíblicos más conocidos y amables, pero eso sí, nunca los de confrontación, nunca los de compromiso, hasta mensajes que caen en la categoría de cursis y anti bíblicos, que más bien parecen tomados de una telenovela que de una realidad bíblica.

Pero, solo piense en el impacto que podríamos producir si cada creyente en particular tuviera la actitud y la determinación de hacer que el ejemplo de su vida diera más testimonio que sus publicaciones en Facebook o como dice AW Tozer: “La vida de muchos cambiaría drásticamente, si obedecieran a Dios como obedecen a sus doctores”.

C.S. Lewis decía: “La integridad es hacer lo correcto, cuando nadie te esta mirando”. En otras palabras quien eres cuando nadie está mirando es lo que eres.

Pero lo triste es que hoy en día vivimos un cristianismo que considera un crimen no publicar en las redes sociales todo pensamiento que pasa por su cabeza.

Pero lo que no es “fantasía” sino la cruda realidad, es que el cielo y el infierno no están tan lejos el uno del otro, pero sí están cerca de nosotros, todo depende de lo que hagamos con Jesús, y que las decisiones que tomamos hoy, pueden darle rumbo a nuestra eternidad.


En lugar de saturar mis estados de Facebook con versículos bíblicos o mensajes cristianos, más bien trato de esforzarme en vivir a la altura de ellos, dejando a un lado la fantasía cristiana y vivir con los pies bien puestos en la realidad.

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