miércoles, 22 de octubre de 2014

LA ÚNICA IMAGEN AUTORIZADA


Hace algunos años, como parte del equipo organizador de un concierto con uno de los artistas más populares de México, aprendí lo importante que es la imagen.

Una persona del staff me dijo que el manager le había enviado un par de fotografías, de las cuales podía escoger la que decidiera, pero únicamente esas fotos eran la imagen autorizada para la publicidad.

Buscar o escoger otra fotografía para el cartel publicitario podría provocar algún problema en el contrato del concierto, así que de manera puntual se debían seguir los requerimientos que les indicaron y trabajar la publicidad solamente con “la imagen autorizada”.

Reflexionando sobre esa experiencia, me he preguntado, ¿de dónde tomamos la “imagen de Dios” que tenemos?, ¿tiene Dios alguna “imagen autorizada” o podemos inventar un dios de nuestra propia imaginación?

Uno de mis autores favoritos C.S. Lewis, famoso autor cristiano, antes ateo, escribió: “Yo sostenía que Dios no existía”, y tiempo después añadió: “También estaba muy enojado con Dios por no existir”.

Las creencias tienen consecuencias muy reales, nuestra actitud hacia Dios depende totalmente de la imagen que tenemos de Él y al igual que C.S. Lewis muchas personas consciente o inconscientemente están enojadas o distanciadas con Dios, pero el problema es que esa no es “la imagen autorizada”, es decir, están enojadas con un dios que no existe, no es real o al menos no tiene nada que ver con el verdadero Dios.

No es nuestro conocimiento teórico, si no la imagen mental que tenemos de Dios lo que influye más en como sentimos a Dios. El modo en que realmente imaginamos a Dios quizás no esté reflejado en la teología que expresamos con nuestra boca.

Hay dos fuentes de las que normalmente obtenemos la imagen de Dios, pero en muchos casos no logran darnos la imagen correcta, si no que dañan la imagen de Dios: nuestros padres y líderes espirituales.

El psicólogo y autor William Gaultiere afirma: “Las personas comúnmente transfieren a Dios las características de padres y otras personas importantes, porque una relación con un Dios invisible es por fe y está precedida por el desarrollo de la relación con padres y otras personas influyentes”.

Tomamos la imagen de Dios de nuestros padres y además como menciona Gaultiere de “otras personas importantes”, pueden ser pastores o algún líder espiritual.

Hay muchas personas que no pueden experimentar en su vida cristiana un acercamiento intimo con Dios, batallan mucho en aceptar que Dios les ama, en muchos casos la ausencia o alguna herida con su padre han contribuido para este impedimento en su relación con Dios.

Por otro lado, también muchos han sido lastimados, abusados y desilusionados por la conducta de sus pastores o líder espiritual, y tristemente razonan de esta manera: “Si esas personas que hablan del amor de Dios cada domingo, me han tratado mal, me han hecho esto, seguramente Dios debe ser tan malo como ellos”.

No es un secreto para nadie que en la vida existen malos padres y que también existen malos pastores o líderes espirituales, al parecer tampoco estamos exentos de sufrir alguna mala experiencia con alguno de los dos.

Una mala experiencia con alguna de estas dos figuras puede dañar la imagen que tenemos de Dios, pero la realidad es que debemos entender que ni nuestros padres, ni pastores o líderes espirituales son la imagen “autorizada” de Dios.

La Biblia nunca menciona que Dios es como nuestros padres o nuestros pastores, lo que debemos hacer es separar de nuestra mente a Dios de esas figuras, quitarle a Dios la cara de nuestros padres, pastores o líder espiritual.

La única imagen autorizada de Dios es Jesús, en otras palabras Dios no es como tu papá, no es como tu pastor o tu líder espiritual.

Nietzsche, el filósofo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX dijo: "Cuando uno no ha tenido un buen padre, hay que crear uno".

Jesús al ver a las multitudes las veía como ovejas que no tienen pastor, es decir cuando Cristo miraba a las multitudes, las veía no como un grupo de personas donde cada uno debía cuidarse a sí mismo, sino como personas que habían sido abandonadas por aquellos que se suponía debían cuidarles, amarles, guiarles y velar por sus necesidades.
Es verdad, no es fácil superar el dolor de una mala experiencia con alguna de estas dos figuras, pero el peligro de tomar de ellos la imagen de Dios, puede provocar resentimiento que nos hará distanciarnos de Dios, debemos decidirnos a tomar la imagen de Dios solamente de la “imagen autorizada”.
Al conocer a Jesús no estamos conociendo a alguien que se encuentra “a un  paso” de Dios, si no a Dios mismo. ¿De dónde debemos obtener nuestra imagen de Dios? La respuesta enfática es “de Jesús”, Él es la representación visible de Dios.
El manager del artista les había enviado dos fotografías, de las cuales podían escoger una y usarla en el diseño y publicidad para el concierto, pero me parece que  Dios lo hace mucho más sencillo, envió a la tierra únicamente “una fotografía” no dos, ni tres.

Como dice un fragmento de la canción “Está prohibido olvidar” de Ricardo Montaner, “el Mesías es uno y no son dos”, solamente Jesús es su “imagen autorizada” y la única fuente de donde podemos obtener la imagen de Dios, de otra manera estaremos inventado un dios de nuestra propia imaginación y al igual que C. S. Lewis enojándonos con nuestro propio invento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario